El apertura ingles fue expulsado en el ultimo partido ante Gales, pero el comité de disciplina no impuso sanciones. Hay quejas, y WR podría apelar.

El último fin de semana, Inglaterra y Gale jugaron un amistoso, pero lo destacado del partido no fue el triunfo de la rosa, sino la expulsión de Owen Farrell por un golpe sobre Taine Basham. El árbitro del partido primero decidió amonestar al apertura con una tarjeta amarilla, pero los árbitros encargados de revisar la jugada decidieron cambiar el fallo, y sancionar al jugador con una tarjeta roja.

Citado por el comité judicial independiente, Farrell se defendió y consideró que, si bien había cometido un acto de juego ilícito, el acto no merecía una tarjeta roja.

Tras la defensa del back, y realizar un nuevo análisis, el Comité concluyó que el Oficial de Revisión se erró su decisión, al cambiar la tarjeta amarilla por una roja; “El Comité cree que esto contrasta con el oficial de revisión de juego sucio, a quien se le pidió que tomara su decisión en cuestión de minutos sin el beneficio de todo el material adicional, incluida la audiencia del jugador y su representante legal. Sobre esa base, el Comité no confirmó la tarjeta roja y el jugador puede volver a jugar de inmediato”, sostiene el comunicado.

Ésta decisión abrió una fuerte polémica y varios referentes del rugby expresaron su desacuerdo, incluso Agustin Pichot se manifestó con un breve mensaje, “A joke. Once more.” (Una broma. Una vez más), escribió en Twitter.

Además, medios europeos, aseguran que World Rugby estaría preparando la apelación al veredicto del Comité judicial Independiente, que no sancionó al apertura tras su expulsión.